El barro es una mezcla de tierra y agua, un símbolo de origen y transformación dinamizante, donde la tierra misma se mueve y evoluciona. Es considerado un elemento unido a la identidad cultural del país por medio de una simbología que expresa la visión cosmogónica, religiosa, estética y utilitaria de los pueblos.
Uno de esos pueblos es San Bartolo Coyotepec, una comunidad que se localiza a 21 kilómetros de la ciudad de Oaxaca, siendo su principal atractivo es de la alfarería en barro negro. Esta localidad pertenece al grupo étnico zapoteca de los valles centrales. Es un pueblo lleno de costumbres y de tradiciones arraigadas, donde se encierra el misticismo y la esencia de identidad; sus habitantes se han dado a la tarea de transmitir, enseñar y heredar generación tras generación su conocimiento para preserva su memoria colectiva a través de la las fiestas, las danzas y sobre todo el barro.
El Maestro Carlomagno Pedro Martínez es un artesano reconocido a nivel internacional y es un ejemplo vivo del interés por preservar las tradiciones y raíces de su tierra. Nacido en el seno de una familia de artistas, Carlomagno vivió influenciado por el arte de moldear para crear. Desde pequeño se interesó en trabajar el barro negro haciendo figuras de silbatos y guerreros aztecas. Cuando cumplió su mayoría de edad ingresó al Taller Rufino Tamayo de la ciudad de Oaxaca, estos estudios lo afinaron en la estética de las artes convirtiéndolo en un artista plástico.
“Mi experiencia con el barro ha sido un proyecto de vida porque nací en un taller familiar, mi papá Eleazar y mi mamá Cecilia fueron parte fundamental para cimentar en mí el amor a este trabajo. Mi papá siempre era ejemplo de creatividad y mi madre de la habilidad, entonces con el cariño, con el amor que ellos nos pusieron a mis siete hermanos y a mí, nos formamos como ceramistas.”
Con el paso de los años perfeccionó su estilo inspirándose en los carnavales locales. De estos carnavales surge el tema más recurrente en sus trabajos, la muerte; en sus inicios el tema apareció como un relato, sin embargo ahora lo hace de manera más conceptual, donde los elementos son meros pretextos para manifestar ideas, como en su obra La apología de los nahuales, en donde representó la lucha social a través de calaveras y demonios, manifestado la imaginería de los pueblos.
Por razón cultural, los mexicanos nos encontramos siempre muy familiarizados con la muerte, lo cual es parte de manifestar nuestro gusto por la vida y lo hacemos exageradamente, entre más sangre indígena corre por nuestras venas, menos miedo se encuentra al hablar del tema de la muerte.”
Carlomagno es un asiduo defensor de la cultura y sus tradiciones, es un hombre orgulloso de su pueblo y de la riqueza que encierra nuestro país, esto lo ha llevado a adentrarse en el conocimiento de su estado al visitar los pueblos y compenetrarse de sus artesanías, costumbres y tradiciones.
Amante de la tradición oral recaba datos de las pláticas que sostiene con la gente mayor, conversaciones que lo han encantado y que plasma de uno u otra forma en su propuesta. En 2008 realizó lo que él ha considerado hasta el día de hoy su máxima creación artística, un mural de tres metros de alto por cinco de largo, que le encomendó la Fundación Alfredo Harp Helú, la obra se colocó en la entrada principal del edificio de la Academia de Beisbol de San Bartolo Coyotepec. El mural está hecho en barro negro y básicamente tiene tres temas: la pelota mixteca, la historia de Coyotepec y como personaje principal, al legendario beisbolista Babe Ruth.
“En mi experiencia personal yo tomo la materia del barro como pretexto para manifestar mis emociones, como humano tengo la necesidad de expresar mis sentimientos y mis estados de ánimo a través de una materia, muchos lo hacen a través de la palabra, de la pintura, la madera, pero yo lo estoy haciendo a través del material del pueblo de donde soy originario. Esto me ha ayudado a proyectar mis conceptos de lo que es la historia y la forma de ser de nosotros los mexicanos. En esto englobo todo, porque yo soy parte de México, de Oaxaca y del pueblo de Coyotepec, de esta manera reflejo ante el mundo mis emociones.”
La propuesta plástica de Carlomagno es sumamente completa, su trabajo no solo se limita a la elaboración de piezas en barro negro, cuenta también con una obra pictórica atractiva, aunque poco difundida, donde maneja óleos, acuarelas y grabados, haciendo de él un artista interdisciplinario y atrevido.
Hoy en día el trabajo de Carlomango Pedro Martínez es reconocido no sólo a nivel nacional e internacional, su estilo único, su pasión y entrega le han otorgado un lugar en el libro Grandes Maestros del Arte Popular Mexicano, publicado por Fomento Cultural Banamex. En 2014 fue galardonado con el Premio Nacional de Ciencias y Artes, en Artes y Tradiciones populares. De igual forma su labor como protector de la cultura se vio atendida después de una titánica gestoría llevada a cabo durante 20 años, en octubre de 2004 el Museo Estatal de Arte Popular de Oaxaca (MEAPO), ubicado en San Bartolo Coyotepec, fue inaugurado y desde entonces es dirigido por el maestro ceramista Carlomagno Pedro Martínez.
Les compartimos un poco más sobre su obra:
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Por: @Brenda_Martz
Muchas felicitaciones Pedro Martínez, por enaltecer el arte Popular.